Una vez más México será mi hogar por 6 meses. Me siento muy afortunada de poder vivir en otro lugar y aprender de su cultura, gastronomía y tradiciones. Igualmente, de forma constante pienso en lo increíble que es tener la posibilidad de trabajar desde este lugar y, al mismo tiempo, contar con la compañía de la persona que elegí como compañero, amigo y pareja. Se llama Moisés y es de la Ciudad de México. Con él he tenido la oportunidad de conocer varios lugares como Oaxaca, Chiapas, Tepoztlán y Querétaro. Previamente, con mi familia, fui a San Miguel de Allende, Puebla y Guanajuato. Hay algo que me atrae muchísimo de este territorio. Sus colores, los ingredientes y los saberes y sabores.
Sin embargo, el cambio es difícil la mayoría de veces. Cuesta adaptarse y salir de mi círculo de conocidos y despedirme de mi familia, de Milo y Dante, son solo un par de aspectos que hacen el irse de casa todo un proceso de asimilación. No obstante, a pesar de que no sea fácil, lo veo con mucha gratitud porque es una oportunidad desde la posibilidad y no desde el tener o verme forzada a emigrar.
Hoy me gustaría compartir contigo algunos de los momentos en los que he aprendido más mientras he vivido acá. El primero, por mucho, fue haber conocido las chinampas de Xochimilco. Un territorio en la Ciudad de México que para muchos es desconocido. Es un lugar en donde aún se conservan prácticas agrícolas ancestrales. Un sistema que prioriza la conservación de la biodiversidad y la cooperación por encima de la competencia. Después de visitar este territorio, me di cuenta de que la batalla que estamos luchando va mucho más allá de la producción de alimentos. Y realmente esta experiencia me permitió entender mejor y tener una perspectiva más amplia acerca del sistema alimentario y todo lo que sucede al rededor.
Por su riqueza natural, Xochimilco ha sido declarada área natural protegida y con toda la razón porque es un biodigestor, aloja el 2% de la biodiversidad mundial y en el pasado le proveía la mayoría de alimento a la Ciudad de México. De igual forma, en algunos terrenos se practica la agroecología: una forma de cuidar la tierra, de valorarla y de tener una relación mucho más amorosa con ella y con nosotros mismos. Es una forma de hacer revolución a las prácticas que priorizan la cantidad sobre la calidad y también se trata de brindar bienestar a todos los seres, rescatar el tejido comunitario y social del lugar y conservar la biodiversidad que hay en este lugar. Si es algo que resuena contigo y te causa curiosidad, te invito a que veas el video completo que hice de este lugar.
El segundo momento fue una clase de cocina tradicional mexicana adaptada a ingredientes 100% a base de plantas. Ese momento me re confirmó que es posible dar una interpretación a su gastronomía usando ingredientes de la tierra. A pesar de que la mayoría de platos incluyen productos de origen animal, esta clase me enseñó que gran parte de la esencia de esta cocina recae en los chiles, las especias, las hierbas y algunos vegetales. Preparamos tamalitos de vegetales envueltos en hoja de maíz, salsa roja y salsa verde, tortillas y sopes desde ceros, un mole blanco con champiñones y arroz con leche de coco. A continuación te dejo las fotos del resultado de cada plato. Todo quedó deliciooooooooso :)





Ahora que me encuentro en este lugar del mundo, se vienen retos a nivel profesional. El hecho de estar fuera de mi cocina en Bogotá me invita a buscar otras formas de comunicar mi mensaje, fortaleciendo especialmente el medio digital. De forma inevitable se presentan miedos en mis pensamientos, pero también una emoción desmesurada de poder experimentar cosas nuevas. Prometo mantenerte al tanto de las aventuras de estos seis meses en las que seguro aprenderemos acerca de más ingredientes, preparaciones y sabores maravillosos. De hecho, el año pasado hice una serie de recetas mexicanas a base de plantas, que puedes encontrar en mi perfil de Instagram. Te dejo mi receta favorita acá.
Hazme saber si te gustaría aprender algo en específico de la cocina mexicana y haré todo lo posible por investigar y llevar a la acción nuevas combinaciones deliciosas.
Recomendaciones
Para leer
En este momento estoy leyendo un libro llamado “In Defense of Food”, de Michael Pollan. En este libro el autor plantea que mucho de lo que consumimos hoy en día no es comida, sino «sustancias comestibles parecidas a la comida», que no proceden de la naturaleza sino de la ciencia. En la dieta occidental, la comida ha sido reemplazada por nutrientes, y el sentido común por la confusión. El resultado es lo que Michael Pollan llama la paradoja americana: cuanto más nos preocupamos por la nutrición, menos saludables estamos.
Estoy ansiosa por terminarlo y poder escribir acerca de lo que aprenda de él ☀️
Te mando un gran abrazo, espero que todo vaya bien 💛
Ánimo, esta nueva aventura te va a a permitir un gran crecimiento personal y profesional. A donde llegas traes luz, esa tierra se va a enamorar de ti. Gracias por compartir tu experiencia y aprendizajes
Me encanta!!! Deseo que sigas teniendo maravillosas experiencias cada día en tu nuevo proyecto. Gratitud total por compartir...