Hace unas semanas preparamos una granola de ensueño con mi papá. Tenía avena, almendras, nuez del Brasil, semillas de girasol, marañones, coco, aceite de oliva, canela y estaba endulzada con un puré de dátiles exquisito. Es muy bonito ver cómo la unión de ciertos ingredientes resulta en la combinación perfecta de sabores suaves, textura crocante y la pareja ideal para leches vegetales o un buen yogur de coco. Más con una buena compañía como la de mi papá (te quiero mucho Señor Bites).
Siempre me ha gustado hacer mis propias granolas porque amo hacer combinaciones nuevas y tener conciencia sobre lo que le agrego. Para mí una buena granola debe tener un ingrediente base que predomine - generalmente es avena en hojuelas - y ser complementado con nueces, semillas y especias como canela. Preferiblemente sin frutas deshidratadas, no soy tan fan, prefiero ponérselas frescas al momento de comer :) Igualmente, hay dos elementos esenciales para que quede crocante, dorada, deliciosa: La grasa y el dulce. Quizá la mayoría de veces se le pone miel y aceite, pero hay muchísimas opciones y justo de eso quiero hablarte.
Después del momento en el que mi papá y yo nos miramos como, wow, está deliciosa, me quedé pensando que muy pocos (quizá ninguno) de los ingredientes que habíamos usado eran locales. Colombia no es tan conocida por la producción de nueces o de avena. Luego recordé que hace poco había pedido a un mercado un fruto seco llamado nuez de cacay. Es una nuez de tamaño grande y su sabor es similar al del maní, pero es más suave, dulce y crece en un árbol en la cuenca de la Amazonía. Entonces, ¿cómo podría ser una granola con ingredientes locales? No es que no haya, lo que pasa es que quizá no están en nuestros primeros pensamientos o tal vez no los conocemos. Pero nuuuuuuunca es tarde para aprender sobre los alimentos que se producen nuestro país.
Después de ese día no podía parar de pensar en hacer una granola con ingredientes locales jeje. Y no te preocupes si no estás en Colombia y no encuentras los mismos ingredientes. Siempre se puede buscar con pequeños mercados qué nueces o semillas se producen en la región. Además, te aseguro que comer local no es un proceso perfecto y, personalmente, no busco que lo sea. Pero simplemente el hecho de saber de dónde viene lo que comes y en algunos casos quién lo produjo, es una fortuna. Te conecta más con el alimento, con la vida y con la magia de nutrir tu cuerpo y mente.
En ese orden de ideas, usé como base hojuelas de quinua de la zona andina. Lo complementé con macadamias que se dan mucho en la zona cafetera, marañones del Vichada, ajonjolí de Córdoba, nibs de cacao del Huila y coco de la costa. Por parte de las especias cambié la canela por cardamomo y jengibre en polvo, también son dos especias deliciosas, aromáticas, dulces, antiinflamatorias y perfectas para preparaciones dulces. Ahora, ¿recuerdas los dos elementos esenciales? De grasa pensé en transformar la nuez de cacay en mantequilla y usar bananos para endulzar. ¡Ñamiiiiiiii!
Te dejo la receta en mi blog. Las proporciones que casi siempre uso al hacer granola son: 3 tazas del cereal (avena o quinua) y aproximadamente 1/2 taza o 1/3 taza de cada nuez o semilla. Aparte, 1/2 taza de elemento graso y dulce al gusto. El horno a 177ºC y hornear en dos tiempos. Primero 15 o 20 minutos, la muevo y otros 15 minutos :)
En cuanto a la que hice con mi papá, fue exactamente igual, pero con avena, otras nueces y en lugar de la mantequilla de cacay y el banano usamos aceite de oliva y puré de dátiles. El puré de dátiles puedes hacerlo remojándolos por 10 minutos en agua caliente, luego descartas esa agua y los procesas.
Ahora, unas fotos bonitas del resultado :)




También, si quieres ver un video de cómo la hice, te lo dejo por acá. Y como dije en la narración del video, esta granola es un recordatorio de conocer y valorar lo que tenemos a nuestro alrededor, de apreciar la belleza de lo simple y lo auténtico. Cada bocado es un viaje de sabores y texturas que nos conectan con la esencia misma de nuestra existencia y nos enseña que la verdadera riqueza reside en la simplicidad, en la gratitud por lo que la tierra nos brinda, y en la armonía con nuestro entorno.
Esta granola me recuerda mi conexión con la tierra, conmigo misma y con el amor que el alimento tiene para nutrir mi ser. Gracias por ser parte de este viaje de exploración gastronómica.
pd. empieza con pequeños pasos. Ya tienes el esquema de cómo distribuyo las cantidades de los ingredientes. Usa los que tengas a la mano y poco a poco ve incorporando más elementos locales :)
Te mando un abrazoteeeee, disfrútala 🌱
Todo lo tuyo es simplemente maravilloso. Gracias por las recetas maravillosas que compartes. besos
Me encanta como escribes y lo valioso y transparente de tu contenido! hace rato quiero hacer mi propia granola asi que me animaste a hacerlo :) Gracias Maca !